Es un cerramiento con el que no se pierde calidad de luz y sin embargo aísla nuestra terraza, porche o habitación del exterior. Las vistas se conservan gracias a los cristales que te permiten estar protegidos de la lluvia, el viento o cualquier fenómeno climatológico. Gracias a las cortinas de cristal se pueden hacer todo tipo de formas geométricas que den otro ambiente a nuestro espacio elegido para su instalación.
Aunque se trata de un cerramiento de cristal, un material rígido y sin flexibilidad, el intercambio del aire entre el interior y el exterior se producirá mediante unas rendijas que evitarán la condensación. De esta forma se evita que el acristalamiento se empañe por la diferencia de temperatura interna y externa.